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martes, 2 de febrero de 2010

Perspectivas de la Tecnología en la Educación

El modelo educativo en círculos concéntricos se describe, como su nombre lo indica, utilizando círculos para cada uno de los elementos, todos igualmente importantes y condicionantes, ya que influyen uno sobre otro (Lozano & Burgos, 2009):

El alumno se encuentra en el círculo central y cuenta con determinado bagaje cultural. Es una persona que desea adquirir una formación y sabe lo que se espera de él, su aprendizaje depende de diversos factores, tales como la edad, antecedentes, estilo perceptual, de pensamiento y personalidad. Sus principales actividades son la búsqueda de información y su sistematización, la comunicación con otros estudiantes y el profesor, lo que dará como consecuencia que desarrolle sus talentos y capacidades. Se requieren nuevas habilidades y responsabilidades, que esté comprometido con su aprendizaje y que sea crítico con su entorno (Lozano & Burgos, 2009; Becerra, 2009).

En el siguiente círculo están los profesores, con ciertas características, que facilitan el proceso enseñanza-aprendizaje. Entre sus actividades más importantes están: conocimiento de sus alumnos (características cognitivas, emocionales, sociales y culturales), diseño instruccional (conocimiento de estrategias didácticas), facilitación o mediación, evaluación, retroalimentación y reflexión sobre la práctica (Lozano & Burgos, 2009; Becerra, 2009).

En el tercero está el contenido temático que determina el diseño instruccional. Busca que se aprendan fundamentos teóricos y los apliquen en la profesión. Dichos contenidos deben ser revisados y adaptados cada cierto tiempo. Además de los conocimientos, se adquieren elementos formativos como habilidades, actitudes y valores (Lozano & Burgos, 2009). En el modelo centrado en el estudiante se busca que aprendan tanto fundamentos teóricos como prácticos (Becerra, 2009).

El cuarto círculo se refiere al contexto institucional (misión, visión, políticas, normas y políticas, o cultura propia), en el que se pone en práctica el modelo educativo.
El quinto lo representa el contexto sociodemográfico en el que está la institución, que responde a las necesidades que le demanda la sociedad. La escuela es un canal de socialización y transmisión de valores, y tiene la función de transmisión de la herencia cultural.

En el sexto se sitúa el marco filosófico, que contiene los fines educativos y establece las prioridades de su quehacer, ya que por medio de la educación las personas desarrollan sus capacidades y talentos, que les servirán para insertarse en la sociedad productivamente (Lozano & Burgos, 2009).

La sociedad ha evolucionado de una sociedad industrial a una sociedad de conocimiento (OCDE, 2002, citado en Lozano & Burgos, 2009). Ahora se exigen nuevas formas de desempeño, personas capaces de actualizar sus habilidades a lo largo de su vida, que desarrollen nuevas competencias para integrarse y participar construyendo su contexto.

En la ciudad del conocimiento, el aprendizaje es “un proceso continuo dirigido al desarrollo del potencial humano y capitaliza e integra su estructura económica, política, social, cultural, educativa y medioambiental” (Lozano & Burgos, 2009, p. 86). Para lo anterior, la ciudad digital democratiza el conocimiento. Para el ciudadano del conocimiento, es relevante el uso de la información y la tecnología, el acceso a la Red y la búsqueda de información, que propicie la interacción y la innovación.

La filosofía educativa responde a las preguntas qué y para qué de la educación (Moore, 1999, citado por Lozano & Burgos, 2009), estudia lo que hacen los educadores y el lenguaje de la teoría.

La educación humanista es la que tiene como meta la dignidad humana, y para alcanzarla se realizan valores que ayudan a satisfacer las necesidades de libertad, conciencia, sociabilidad, objetivación y universalidad. Su meta es el desarrollo como persona, como profesional y como miembro de una sociedad del conocimiento, de la que se beneficia y a la que sirve.

La filosofía educativa humanista y los enfoques de aprendizaje andragógico y constructivista, son vigentes por su gran congruencia a las demandas de la sociedad del conocimiento.

El modelo andragógico ayuda a los individuos a autodirigirse, a planear, llevar a cabo y evaluar sus actividades de aprendizaje (Merriam y Caffarella, 1991, citados por Lozano & Burgos, 2009); el educando del modelo andragógico presenta las siguientes características: la necesidad de conocer, el autoconcepto del que aprende, el papel de la experiencia del que aprende, orientación al aprendizaje, motivación y la evaluación del aprendizaje. El constructivismo es un proceso interno influido por el contexto, en que los individuos construyen desde dentro cuando interactúan con el ambiente.

Como ejemplo de modelo educativo centrado en el alumno está el del ITESM, en donde todo el proceso gira alrededor de su aprendizaje. Esta orientación se fundamenta en dos principios de aprendizaje: el experiencial, según el cual, todos aprendemos de nuestras propias experiencias y de la reflexión sobre las mismas para la mejora; y el constructivista, que se basa en la premisa de que el conocimiento no es algo que pueda transferirse de una persona a otra, sino que se construye por el propio individuo (ITESM, s/f).

Una competencia es la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas e integran habilidades, prácticas, conocimientos, motivaciones, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales. Un individuo cívicamente competente tiene la capacidad de conocer, hacer y actuar en un determinado contexto, en los planos político, social y económico (MEC, 2005, citado en Gros y Contreras, 2006). Por lo que las competencias son la habilidad de cumplir con las demandas individuales y sociales, ya que ayudan al individuo a formarse como una persona libre, autónoma y capaz de asumir las consecuencias de sus acciones. Las competencias son un conjunto de valores, actitudes, conceptos y habilidades (Lozano & Burgos, 2009).

La información está en la Red y se trata de saber buscarla, procesarla y transformarla. Es lo que se llama aprender a aprender, saber qué hacer con lo que se aprende (Castells, 2001, citado por Gros y Contreras, 2006). Para Gilter (1997, citado por Gros y Contreras, 2006), es la capacidad de seleccionar, procesar, analizar e informar, transformando la información a conocimiento.

La tecnología se considera la herramienta esencial y juega un papel privilegiado en su real y efectiva implementación (Gros & Contreras, 2006). La educación virtual, que antes sólo estaba destinada a estudiantes que no tenían acceso a la educación tradicional, enfrenta grandes retos diseñando estrategias que permitan construir y descubrir el conocimiento (Lozano & Burgos, 2009). Alanís (1991, citado en Burgos & Lozano, 2010), señala que el proceso de implementación tecnológica debe planearse y conocer las posiciones que se deben tomar para alcanzar las metas propuestas, ya que la adopción tecnológica no es un proceso fácil y se siguen determinadas fases: iniciación (descubrimiento, persuasión y decisión) e implementación (implementación y adopción). Cada innovación conlleva costos y beneficios y se pueden identificar cinco grupos de usuarios: pioneros, innovadores tempranos, mayoría temprana, mayoría tardía, y rezagados. Cabe señalar que algunas innovaciones tecnológicas toman caminos más rápidos que otras, que dependen de varios factores. La innovación tecnológica no sólo presenta retos educativos, sino también administrativos, del que depende el éxito del mismo.


Referencias

Becerra Paredes, M. J. (2009, octubre 21). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona. Aprendizaje mediado por tecnología. Recuperado el 30 de enero de 2010 y disponible en: http://www.slideshare.net/angeyesi/un-nuevo-modelo-educativo-centrado-en-la-persona

Burgos Aguilar, V. & Lozano Rodríguez, A. (2010). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración: Retos y realidades con impacto educativo a través de la innovación. Distrito Federal, México: Trillas.

Gros, B. & Contreras, D. (2006, septiembre-diciembre). La alfabetización digital y el desarrollo de competencias ciudadanas. Revista Iberoamericana. (42). Recuperado el 31 de enero de 2009 y disponible en: http://www.rieoei.org/rie42a06.htm

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (s/f). Un modelo educativo centrado en el aprendizaje. (Autor). Recuperado el 29 de enero de 2010 y disponible en: http://www.itesm.mx/va/dide/modelo/libro/capitulos_espanol/pdf/cap_2.pdf

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2009). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa.

1 comentario:

  1. Hola Orquidea.
    Somos compañeros de la maestría y como tú, soy nuevo en crear estos espacios (pero me gusta mucho). Personalmente el resumen se me hizo muy plano; me hubiera gustado que resaltaras algún título, alguna separación, alguna imagen. El tamaño de letra se me hizo muy pequeño (para alguien que no tiene tan buena vista como yo) -y curiosamente en las referencias es mayor-.
    En el contenido me gustó mucho cuando haces referencia a los alumnos del TEC. Creo que es un muy buen ejemplo.
    Saludos

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