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martes, 23 de febrero de 2010

Enriquecimiento con tecnología de ambientes de aprendizaje

A principios del siglo XX aparecieron los automóviles, los teléfonos, la radio y los aeroplanos. Para fin de siglo, satélites artificiales, teléfonos celulares, MP3, microondas e Internet. La computadora era una herramienta de uso común (Lozano & Burgos, 2009), que ha servido de base a los sistemas de enseñanza automatizados (Ruiz, 1996, citado por Soler & Lezcano, 2009).

Leavit y Whisler (1958, citados en Lozano & Burgos, 2009), pronosticaron la aparición de la tecnología de la información que prometía que menos gente haría más trabajo; la computadora sería una herramienta que influiría en el aprendizaje y comportamiento de las personas. A finales de los setenta y ochenta la tecnología empezó a cobrar importancia, y a partir de entonces, cada dieciocho meses duplica su capacidad.



Applegate, Cash y Mills (1988, citados en Lozano & Burgos, 2009), hablaron de sistemas basados en conocimiento, de rápidas computadoras que apoyan la actividad en todos los niveles; del enfoque en procesos y proyectos, en vez de actividades y procedimientos estandarizados, de trabajadores mejor entrenados y con más autonomía. Hoy se tiene disponible toda la información, herramientas y software, para aplicar el conocimiento (Lozano & Burgos, 2009); en la labor docente la aplicación de la tecnología se beneficia sobremanera gracias al desarrollo de las redes de información, pues en ambientes colaborativos, la tecnología apoya el pensamiento creativo, el autoaprendizaje, el compromiso, la responsabilidad, la participación, la organización, el crecimiento individual y grupal, lo que involucran una nueva concepción del aprendizaje (Stojanovic, 2002, citado por Soler & Lezcano, 2009).

Internet nació en 1995, con lo que se logró que el conocimiento fuera accesible, portátil y que se pudiera compartir sin límites geográficos. Friedman (2005, citado por Lozano & Burgos, 2009), señala que las tecnologías aparecen antes de que sus efectos sean sentidos completamente. Predice que en los negocios las empresas serán más flexibles y tendrán mejoras con la administración del conocimiento. Con la revolución industrial, los productos se pudieron hacer en masa, ahora con la revolución tecnológica, serán a la medida de cada cliente, de buena calidad, más baratos y disponibles para todos. La publicidad tendrá más alcance, bajo costo y a la medida del cliente. Para el gobierno la rendición de cuentas será más sencilla y sus servicios serán a la medida. Para la educación, los cursos podrán ser no presenciales y a la medida de cada individuo. Habrá mejores productos, mejor información y calidad de vida, pero como en todo existen riesgos: de seguridad, de vulnerabilidad a fallas y de pérdida de privacidad, por lo que se deberán tomar las medidas necesarias. Aunque no se sabe qué sectores se beneficiarán más, existe consenso en la necesidad de formación continua y en que se hace patente la necesidad de nuevas formas de vivir, producir, educarse y aprender (Salinas, 2009).



El Blended Learning o aprendizaje combinado (híbrido), ha producido muchas situaciones prácticas de enseñanza en diferentes contextos, desde preescolar hasta nivel universitario. Este método trata de maximizar los beneficios del presencial y el on-line. Michael Fox (2002, citado en Lozano & Burgos, 2009), lo define como “La habilidad de combinar elementos de capacitación e instrucción en el salón de clase, de aprendizaje a distancia en vivo y autónomo, y de servicios de aprendizaje avanzados que dan soporte de manera tal que proveen de un aprendizaje a la medida [del usuario]” (pp. 130-131). La implementación requiere de los medios usados, determinado tipo de estudiantes, de cómo se utiliza la información y de cómo manejarlos de manera combinada (Reay, 2001, citado en Lozano & Burgos, 2009).

Los elementos más usados son los siguientes: instrucción cara a cara, instrucción basada en la Web, textos impresos, CD-Rom, software colaborativos, foros, exámenes en línea, videoconferencia, audioconferencia, clases virtuales, capacitación asincrónica y sincrónica. Dicha combinación contiene una gran riqueza pedagógica e interacción social creciente. Osguthorpe y Graham (2003, citados en Lozano & Burgos, 2009), identifican seis objetivos: variedad pedagógica, acceso al conocimiento, interacción social, instrumentalización personal, costo-efectividad, y facilidad en el seguimiento. Kerres y De Witt (2003, citados en Lozano & Burgos, 2009), proponen tres componentes principales para el aprendizaje combinado: contenido, comunicación y construcción. El objetivo es encontrar el balance entre el acceso on-line y la interacción cara a cara, ya que pueden ser combinados de diferente manera, basándose en las necesidades y objetivos de aprendizaje. Otro elemento muy importante es el costo, decisivo para poner en marcha un programa Blended Learning, ya que la inversión requerida para tener los componentes necesarios disponibles es enorme, ya estando todo listo, no lo es.

El aprendizaje combinado necesita capacitación pedagógica y didáctica, pues confeccionarlo para un público específico representa un gran reto. Aprender a combinar la instrucción presencial con tecnología de educación a distancia implica un proceso de capacitación. Esta modalidad necesita más estudios e investigaciones, así como prácticas de enseñanza y estrategias pedagógicas (Lozano & Burgos, 2009). Para Carneiro y Tarín (2007), sólo es una forma inteligente de adaptación a distintas necesidades de formación, y lo que interesa es lograr un modo de aprender significativo. La clave está en transformar la información en conocimiento y éste, en educación y aprendizaje significativo (Ruiz, 2006, citado en Soler & Lezcano, 2009). Lo esencial no es la disponibilidad tecnológica, sino incrementar las oportunidades educativas (Salinas, 2009).

En México, el Tecnológico de Monterrey, una de las más competitivas y renombradas instituciones privadas de educación superior, ha producido nuevas y particulares experiencias de enseñanza e instrucción en ambientes de aprendizaje Blended Learning. También esta experiencia se ha llevado a cabo en diferentes universidades extranjeras como la Universidad Libre de Berlín, la Universidad de Alcalá y la Universidad de Oporto (Carneiro & Tarín, 2007), por mencionar algunas.

Como los seres humanos son distintos, educadores y psicólogos han estudiando las formas en que “las personas aprenden, cómo procesan y almacenan información, cómo adquieren hábitos y valores, cómo desarrollan habilidades y cómo interpretan una gran variedad de estímulos provenientes del ambiente natural y social” (Morgan, 1997, citado en Lozano & Burgos, 2009, p. 159).

Para llegar a comprender la forma en que las personas aprenden, los mecanismos para fomentar aprendizajes sólidos y duraderos, el porqué no todos los alumnos aprenden si están en las mismas condiciones en un salón de clase, o las características que determinan las maneras en que las personas aprenden, surge el concepto de estilo de aprendizaje, que tiene que ver con la forma en que cada persona se concentra, procesa, internaliza y retiene información nueva y difícil, aunque el proceso de aprendizaje es continuo y se da en todos los contextos (Dunn y Dunn, 1998, citados en Lozano & Burgos, 2009). Lozano (2001, citado en Lozano & Burgos, 2009), señala las preferencias y las tendencias asociadas con los estilos de aprendizaje. En las preferencias se encuentran las sensoriales, ambientales, gráfico-visuales, temporales y sociológicas. En las tendencias: están las de organización, de percepción y de pensamiento. Taylor (2002, citado en Lozano & Burgos, 2009), indica que tanto profesores como alumnos, llevan al ambiente virtual sus estilos, habilidades y características.

Para Alonso, Gallego y Honey (1994, citados en García, Santizo & Alonso, 2009), los estilos de aprendizaje resultan valiosos en la práctica educativa coadyuvando en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en la reestructuración de planes de estudio que se encaminen a la mejora de la calidad educativa.

Como es difícil identificar ciertos rasgos conductuales, para obtener información se hace necesario otro tipo de instrumentos (inventarios, tests, entrevistas, observación, análisis de tareas. El trabajo de un docente en la educación a distancia requiere saberes y habilidades diferentes a los requeridos en el trabajo presencial, ya que las condiciones en que se ofrece deben tomar en cuenta las características del público al que va dirigida (Lozano & Burgos, 2009).

El conocimiento es lo más importante para cualquier organización, por lo que es de suma importancia su gestión para alinearlo a las metas, objetivos y estrategias organizacionales, y que esté encaminado a los requerimientos basados en conocimiento y capacidades. Flores (2005, citado en López, 2007), indica que para soportar una posición competitiva, el conocimiento se categoriza en estándar (para asegurar el re-uso), en avanzado (las mejores prácticas), y en innovador (como resultado de la combinación existente y la nueva).

Existen ciertos grupos de profesionales que comparten conocimientos, ideas y prácticas, para capitalizar conocimientos y promover la experiencia y el saber. Según teorías socioculturales, hay factores que facilitan el aprendizaje: definición de objetivos personales y comunes, y personas que participan en las interacciones. Se señala la importancia sobre las herramientas tecnológicas que permitan llevar a cabo el proceso y las necesidades que cubre el sitio Web, realizar el aprendizaje, crear conocimientos y compartirlos, así como promover la sociabilidad y la participación (Daele, Deschryver & Künzel, 2007). La tecnología es ideal para dar soporte y organizar la información de manera rápida y eficiente, con ella es posible crear, compartir y usar (López, 2007).


Referencias
Carneiro, R. & Tarín, Ll. (2007). Aprendizaje combinado. eLearning Papers. (3). Recuperado el 18 de febrero de 2010 y disponible en: http://www.elearningpapers.eu/index.php?page=volume

Daele, A., Deschryver, N., Gorga, D. & Künzel, M. (2007, septiembre 26). La gestión del conocimiento en las comunidades de práctica: analizar las necesidades y prestar unos servicios. eLearning Papers. Recuperado el 20 de febrero de 2010 y disponible en: http://www.elearningpapers.eu/index.php?page=doc&doc_id=10222&doclng=7

García Cué, J. L., Santizo Rincón, J. A. & Alonso García, C. M. (2009, enero 10). Uso de las TIC de acuerdo a los estilos de aprendizaje de docentes y discentes. Revista Iberoamericana de Educación. (48/2). Recuperado el 20 de febrero de 2010 y disponible en: http://www.rieoei.org/deloslectores/2308Cue.pdf

López Falconi, J. E. (2007). Identificación de propósitos, características y procesos que debe tener una comunidad de prácticas de valor para favorecer la administración del conocimiento generado en las oficinas de comunicación de una institución de educación superior. Tesis de maestría no publicada. Escuela de Graduados en Educación, Tecnológico de Monterrey.

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2009). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa.

Salinas, J. (1998). Redes y educación: Tendencias en educación flexible y a distancia. En Pérez, R. y otros. Educación y tecnologías de la educación. II Congreso Internacional de Comunicación, tecnología y educación. Oviedo. 141-151. Recuperado el 19 de febrero de 2010 y disponible en: http://www.uib.es/depart/gte/tendencias.html

Soler Pellicer, Y. & Lezcano Brito, M. G. (2009, abril 10). Consideraciones cobre la tecnología educativa en el proceso enseñanza-aprendizaje. Una experiencia en la asignatura Estructura de datos. Revista Iberoamericana de Educación. (49/2). Recuperado el 19 de febrero de 2010 y disponible en: http://www.rieoei.org/expe/2863Soler.pdf

martes, 2 de febrero de 2010

Perspectivas de la Tecnología en la Educación

El modelo educativo en círculos concéntricos se describe, como su nombre lo indica, utilizando círculos para cada uno de los elementos, todos igualmente importantes y condicionantes, ya que influyen uno sobre otro (Lozano & Burgos, 2009):

El alumno se encuentra en el círculo central y cuenta con determinado bagaje cultural. Es una persona que desea adquirir una formación y sabe lo que se espera de él, su aprendizaje depende de diversos factores, tales como la edad, antecedentes, estilo perceptual, de pensamiento y personalidad. Sus principales actividades son la búsqueda de información y su sistematización, la comunicación con otros estudiantes y el profesor, lo que dará como consecuencia que desarrolle sus talentos y capacidades. Se requieren nuevas habilidades y responsabilidades, que esté comprometido con su aprendizaje y que sea crítico con su entorno (Lozano & Burgos, 2009; Becerra, 2009).

En el siguiente círculo están los profesores, con ciertas características, que facilitan el proceso enseñanza-aprendizaje. Entre sus actividades más importantes están: conocimiento de sus alumnos (características cognitivas, emocionales, sociales y culturales), diseño instruccional (conocimiento de estrategias didácticas), facilitación o mediación, evaluación, retroalimentación y reflexión sobre la práctica (Lozano & Burgos, 2009; Becerra, 2009).

En el tercero está el contenido temático que determina el diseño instruccional. Busca que se aprendan fundamentos teóricos y los apliquen en la profesión. Dichos contenidos deben ser revisados y adaptados cada cierto tiempo. Además de los conocimientos, se adquieren elementos formativos como habilidades, actitudes y valores (Lozano & Burgos, 2009). En el modelo centrado en el estudiante se busca que aprendan tanto fundamentos teóricos como prácticos (Becerra, 2009).

El cuarto círculo se refiere al contexto institucional (misión, visión, políticas, normas y políticas, o cultura propia), en el que se pone en práctica el modelo educativo.
El quinto lo representa el contexto sociodemográfico en el que está la institución, que responde a las necesidades que le demanda la sociedad. La escuela es un canal de socialización y transmisión de valores, y tiene la función de transmisión de la herencia cultural.

En el sexto se sitúa el marco filosófico, que contiene los fines educativos y establece las prioridades de su quehacer, ya que por medio de la educación las personas desarrollan sus capacidades y talentos, que les servirán para insertarse en la sociedad productivamente (Lozano & Burgos, 2009).

La sociedad ha evolucionado de una sociedad industrial a una sociedad de conocimiento (OCDE, 2002, citado en Lozano & Burgos, 2009). Ahora se exigen nuevas formas de desempeño, personas capaces de actualizar sus habilidades a lo largo de su vida, que desarrollen nuevas competencias para integrarse y participar construyendo su contexto.

En la ciudad del conocimiento, el aprendizaje es “un proceso continuo dirigido al desarrollo del potencial humano y capitaliza e integra su estructura económica, política, social, cultural, educativa y medioambiental” (Lozano & Burgos, 2009, p. 86). Para lo anterior, la ciudad digital democratiza el conocimiento. Para el ciudadano del conocimiento, es relevante el uso de la información y la tecnología, el acceso a la Red y la búsqueda de información, que propicie la interacción y la innovación.

La filosofía educativa responde a las preguntas qué y para qué de la educación (Moore, 1999, citado por Lozano & Burgos, 2009), estudia lo que hacen los educadores y el lenguaje de la teoría.

La educación humanista es la que tiene como meta la dignidad humana, y para alcanzarla se realizan valores que ayudan a satisfacer las necesidades de libertad, conciencia, sociabilidad, objetivación y universalidad. Su meta es el desarrollo como persona, como profesional y como miembro de una sociedad del conocimiento, de la que se beneficia y a la que sirve.

La filosofía educativa humanista y los enfoques de aprendizaje andragógico y constructivista, son vigentes por su gran congruencia a las demandas de la sociedad del conocimiento.

El modelo andragógico ayuda a los individuos a autodirigirse, a planear, llevar a cabo y evaluar sus actividades de aprendizaje (Merriam y Caffarella, 1991, citados por Lozano & Burgos, 2009); el educando del modelo andragógico presenta las siguientes características: la necesidad de conocer, el autoconcepto del que aprende, el papel de la experiencia del que aprende, orientación al aprendizaje, motivación y la evaluación del aprendizaje. El constructivismo es un proceso interno influido por el contexto, en que los individuos construyen desde dentro cuando interactúan con el ambiente.

Como ejemplo de modelo educativo centrado en el alumno está el del ITESM, en donde todo el proceso gira alrededor de su aprendizaje. Esta orientación se fundamenta en dos principios de aprendizaje: el experiencial, según el cual, todos aprendemos de nuestras propias experiencias y de la reflexión sobre las mismas para la mejora; y el constructivista, que se basa en la premisa de que el conocimiento no es algo que pueda transferirse de una persona a otra, sino que se construye por el propio individuo (ITESM, s/f).

Una competencia es la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas e integran habilidades, prácticas, conocimientos, motivaciones, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales. Un individuo cívicamente competente tiene la capacidad de conocer, hacer y actuar en un determinado contexto, en los planos político, social y económico (MEC, 2005, citado en Gros y Contreras, 2006). Por lo que las competencias son la habilidad de cumplir con las demandas individuales y sociales, ya que ayudan al individuo a formarse como una persona libre, autónoma y capaz de asumir las consecuencias de sus acciones. Las competencias son un conjunto de valores, actitudes, conceptos y habilidades (Lozano & Burgos, 2009).

La información está en la Red y se trata de saber buscarla, procesarla y transformarla. Es lo que se llama aprender a aprender, saber qué hacer con lo que se aprende (Castells, 2001, citado por Gros y Contreras, 2006). Para Gilter (1997, citado por Gros y Contreras, 2006), es la capacidad de seleccionar, procesar, analizar e informar, transformando la información a conocimiento.

La tecnología se considera la herramienta esencial y juega un papel privilegiado en su real y efectiva implementación (Gros & Contreras, 2006). La educación virtual, que antes sólo estaba destinada a estudiantes que no tenían acceso a la educación tradicional, enfrenta grandes retos diseñando estrategias que permitan construir y descubrir el conocimiento (Lozano & Burgos, 2009). Alanís (1991, citado en Burgos & Lozano, 2010), señala que el proceso de implementación tecnológica debe planearse y conocer las posiciones que se deben tomar para alcanzar las metas propuestas, ya que la adopción tecnológica no es un proceso fácil y se siguen determinadas fases: iniciación (descubrimiento, persuasión y decisión) e implementación (implementación y adopción). Cada innovación conlleva costos y beneficios y se pueden identificar cinco grupos de usuarios: pioneros, innovadores tempranos, mayoría temprana, mayoría tardía, y rezagados. Cabe señalar que algunas innovaciones tecnológicas toman caminos más rápidos que otras, que dependen de varios factores. La innovación tecnológica no sólo presenta retos educativos, sino también administrativos, del que depende el éxito del mismo.


Referencias

Becerra Paredes, M. J. (2009, octubre 21). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona. Aprendizaje mediado por tecnología. Recuperado el 30 de enero de 2010 y disponible en: http://www.slideshare.net/angeyesi/un-nuevo-modelo-educativo-centrado-en-la-persona

Burgos Aguilar, V. & Lozano Rodríguez, A. (2010). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración: Retos y realidades con impacto educativo a través de la innovación. Distrito Federal, México: Trillas.

Gros, B. & Contreras, D. (2006, septiembre-diciembre). La alfabetización digital y el desarrollo de competencias ciudadanas. Revista Iberoamericana. (42). Recuperado el 31 de enero de 2009 y disponible en: http://www.rieoei.org/rie42a06.htm

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (s/f). Un modelo educativo centrado en el aprendizaje. (Autor). Recuperado el 29 de enero de 2010 y disponible en: http://www.itesm.mx/va/dide/modelo/libro/capitulos_espanol/pdf/cap_2.pdf

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2009). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa.

lunes, 1 de febrero de 2010

BIENVENIDA AL BLOG DE ORQUÍDEA

Hola a tod@s:

Bienvenid@s a este espacio, que espero que al igual que yo, estén ansios@s por utilizarlo para compartir sus experiencias y aprendamos unos de otros.

Mi nombre es Juana Orquídea García Pacheco, vivo en la ciudad de Tulancingo de Bravo, Hgo. Me gusta escuchar música, leer un buen libro, hacer ejercicio, tomar un cafecito y muchas otras cosas más. Me gusta mucho mi trabajo y convivir con mis alumnos y compañeros.

Estudié la Licenciatura en Educación Media con especialidad en Español; actualmente trabajo en la Telesecundaria 29 de Tulancingo de Bravo, Hgo., tengo a mi cargo uno de los grupos de tercer grado.

Estoy estudiando la Maestría en Tecnología Educativa con acentuación en Medios Innovadores para la Educación porque deseo aprender y crecer profesionalmente para poder compartir mis experiencias y conocimientos con mis alumnos y compañeros de trabajo; incrementar mis conocimientos y habilidades para poder mejorar mi práctica docente con el fin de proporcionar un mejor servicio, ya que tanta falta hace, pero debemos empezar por nosotros mismos, lo importante es descubrir nuestra verdadera naturaleza y alcanzar la conciencia, el amor por nosotros mismos y la estima que merecemos, tratarnos mutuamente con dignidad y respeto. Pensar que cada amanecer es una oportunidad de alcanzar, descubrir, crecer, aprender y servir.

Nuestro enriquecimiento personal es muy importante pues de esa manera ampliamos la visión de educación que ayudará a nuestra labor, pues la mejor manera de enseñar a alguien, es con el ejemplo. Tenemos una gran responsabilidad.

Espero que seamos buenos amigos y compañeros de trabajo y juntos logremos nuestras metas.

Atentamente

Orquídea